Una Visión: ¿Virginal?
El lema que grita cada boca es: Bolivia por encima de todo. Ya no vivimos en función de un individualismo movido por el deseo y la codicia, vivimos un individualismo que afirma la importancia del otro, que inspira lo virginal, la gentileza del honor y el respeto hacia ca
da hombre y mujer, hacia “la sangre” boliviana.
da hombre y mujer, hacia “la sangre” boliviana.Todos y cada uno de nosotros podemos experimentar la gloria de servir a nuestra raza espiritual, nos sostenemos en una muralla invisible y veganista compacta en todos los estratos de la sociedad. Solo hay una actitud resuelta en cada individuo: La decisión inquebrantable de salir de la miseria nacional consecuencia de siglos de engaños y mentiras.
No habrá uno sólo extraviado en la oscuridad de la noche, seremos una familia y la mística de cada hogar se proyectará al inconsciente colectivo; e iluminados desde la sangre, tendremos la certeza irrefutable que no seremos abandonados por Ella, y que toda una colectividad virginal y despierta nos sostiene. Cada Veganista proyectara la mística de su sentido para sostener al mendigo, al drogadicto, al enfermo, al decaído, al pobre y miserable que por las circunstancias de la vida sufre en silencio esta miseria impuesta por los que la sostienen. Sabremos que el logro de su restauración será una realidad, que nuestra vinculación carismática conseguirá su liberación, y que su aporte volitivo será de vital importancia para la grandeza de nuestra pachamama, representada en la imagen de LA VIRGEN DE LA VEGA VENERADA POR LOS AGRICULTORES y que nos enseña A LUCHAR Y LEVANTARNOS.
¿Parece una utopía? ¿Y acaso Cuba no es una utopía? Las utopías, mentadas por millones hacen realidades, claro que en el caso de Cuba, la pistola en la nuca y el contubernio con USA son factores determinantes.
Miremos alrededor, todos creemos ciegamente en un mundo consumista, y podemos apreciar la estúpida realidad que hemos creado: un supermercado de proporciones planetarias.
El veganismo afirma que podemos sostener cualquier realidad que nos propongamos alcanzar, sin el concurso de millones, solo de unos cientos de despiertos. Siempre el individuo se ha impuesto a la masa embrutecida y mediocre. Solo debemos apoyarnos en lo virginal del ser humano, en su gentilidad. Es un deber promover estrategias psicosociales para encontrar a estos líderes nacionales, regionales, urbanos, distritales, vecinales y familiares. Los más lúcidos, para darles la comandancia, que no es otra cosa que instarlos a que nos inspiren.
El Espartano resurge y la Falange se reintegra.
Es tiempo de luchar, hemos vivido demasiado tiempo para satisfacer el apetito voraz, el vacío que nunca se llena. No tienen nada que perder, luchemos lado a lado buscando la gloria de la restauración individual, la restauración de la nación se dará por añadidura. Sólo entonces podremos volver a bailar y cantar, a embriagarnos, sin sentido de culpa, con la seguridad de que ya no huimos de la miseria de nosotros mismos, pues habremos tenido el valor de extender nuestras alas para enfrentar los vientos y doblegar el destino.
Cuando tenemos la “suerte” de encontrarnos con individuos que SOSTIENEN EL RESPETO Y EL HONOR, los reconocemos como iguales, pues intuitivamente intercambiamos roles y caemos en cuenta de que compartimos la misma búsqueda, la misma soledad, el mismo dolor primordial, el mismo sufrimiento existencial.
Cuando este re-encuentro de la falange se produce, reivindicamos la lealtad como principio espiritual. Comprendemos que la lealtad enaltece, fortalece, sostiene el todo y la parte.
La lealtad es una convicción, una puesta de real y verdadero sentido hacía nuestro igual. Creemos en el heroísmo del que esta a nuestro lado, porque el sostiene nuestra heroicidad. Creemos en su derecho a la gloria porque el nos respeta y nos honra.
La lealtad es la virtud de la falange, el hombre que esta a la izquierda protege con su vida al que esta a su lado, cubriéndolo con el escudo, con el manto ígneo de su mística.
Ser leal es sentir el espíritu e inspirarlo en la falange.
Ser leal es sentir el espíritu e inspirarlo en la falange.
Sólo se puede ser leales hacía los leales y por los leales. es decir, solo se puede ser leal desde el yo hacia el yo.
Saberse leal es reconocerse incorruptible, que es mejor morir antes que vivir en deshonor.
La fuerza de voluntad es un parámetro de la pureza virginal y si es consecuente con el otro, propicia la lealtad, única, inmensurable, irrecusable.
Desde los ámbitos psicológicos, desde los rangos racionales y afectivos no es posible propiciar una lealtad. Como veganistas, no podemos mentir a este respecto. La “amistad” es otro paradigma cultural, y como tal, puede que sirva para algo, hasta puede ser que un amigo este dispuesto a dar la vida por nosotros, pero solo un ESPARTANO puede inspirarnos a alcanzar las mas altas cumbres del espíritu, el camino verdadero que conduce a ELLA: LA VIRGEN.
LA LEALTAD ASÍ, ES UN FUNDAMENTO POR SÍ MISMO. CONDICIONA AL SER, LO ORIENTA HACIA LA ESPIRITUALIDAD VIRGINAL: LA LEALTAD, EL HONOR Y LA GENTILEZA..
El soporte que podemos brindar a alguien de nuestro circulo o familia es un leve recuerdo de la lealtad primordial de nuestro espíritu hacia el guerrero que nos acompaño desde el Origen.
Estos son los ideales que serán sostenidos por la sangre de nuestras madres, nuestras mujeres y nuestras hijas, desde las venas de todo Veganista inspirado en la Virgen de la Vega y que finalmente destruirá los altares del internacionalismo corruptor.
NO NEGOCIAMOS, NO PACTAMOS, pues no asumimos ni refrendamos convenios. LA LIBERTAD NO SE NEGOCIA.
Por eso este libro es gratuito: La Virgen y el Veganismo NO SE VENDEN.
El Veganismo emergerá del inconsciente colectivo, porque nuestros símbolos siempre estuvieron allí, desde tiempos inmemoriales, y ante el clamor, ante la desesperación, ANTE LA DEGRADACIÓN, ahora surgen de la mano de las mujeres y los hombres de la Vega para traer a esta realidad LA ESPERANZA DEL TRUNFO DE LA VOLUNTAD VIRGINAL.
SE AVECINAN VIENTOS DE TORMENTA, DEBEMOS PREPARARNOS ESPIRITUALMENTE PARA PREVALECER.
Vamos todos hacía la conquista del más grande anhelo humano: SER DUEÑOS DE NOSOTROS MISMOS.
PROCLAMEMOS AL MUNDO CATÓLICO QUE PARA ESTE RÉGIMIEN “INDIGENISTA” y los banqueros internacionales que lo sostienen SOMOS “INVISIBLES”.
